martes, 15 de mayo de 2012

flor





Flor de pétalos corroídos y del color del dolor. Dejo que germine en mí la angustia y la desazón. Porque mi tierra es fértil y abriga a la semilla más oscura: la que atravesó el fuego, la que crece muerta.
Germina,
la flor es
y mis lágrimas no bastan. Nunca bastan. Los pétalos se abren como pájaros en vuelo agonizante y no me dejan ver más que la herida.
Dejo que vuelva a crecer la flor,
otra vez.
Vuelvo a ser niña.























domingo, 22 de abril de 2012

por favor




Por favor no me des la aridez; ya fui sequía luengos ocasos. Porque cuando esos ojos dejaron de acariciarme mi cuerpo se disecó y fui desierto: la vida se escondió y el viento por las noches, frío y furioso, se oía a la distancia. Viví lo sublime y luego su lenta y tormentosa degradación, su desgaste, su inevitable descomposición: Vi gusanos brotar de lo que fermenta y quise llevarlos a mi boca con manos desesperadas. Una piel que era lejanía y mi cuerpo helado temblando de dolor soledad sufrida. 





ab-12





viernes, 20 de abril de 2012

era descomunal




Era descomunal. Se hinchaba, se ponía verde violáceo por dentro rojo. Y su glande florecía, se abría orgulloso de sí; era pétalos de flor tiesa cual roca, hermosura desnuda. El tallo más vigoroso jamás sentido. Era vida: ríos y mares erectos, capullos vírgenes del alba, lágrimas de lluvia, mi vena latiendo. Pero dentro de ese tallo corría su sal del dolor, sal blanca y mojada, sal que llena de sufrir. Quería desligarse, dejar su savia de penas entre mis muslos, y lo dejé.




ab-12

miércoles, 18 de abril de 2012

tengo ovarios




Tengo ovarios repletos de miel de flores; miel espesa, de color ámbar. Sólo para tu boca, miel para sumergirnos.






ab-12

domingo, 15 de abril de 2012

cuando somos


Cuando somos sólo carne e instinto: piel y órganos hinchados de sangre. Cuando solo hay salivas y sudor, esperma, fluidos. Cuerpos ahogados y desesperados; manos que buscan desaforadamente. Cuando hay fluir, olas de cuerpos hundidos en placer, cuerpos que rugen, bocas abiertas. Cuando el pensar se anula y los movimientos son hervor. Ahí somos. Somos lobos y leonas y mariposas: Perros abotonados.



no-11

me gustaría





Me gustaría saber desvestirme lento: ir dejando mis prendas una sobre la otra despacio mientras mi tímida piel se hace a la idea de mostrarse. Abrirme suave, sutil. No lo logro; tiro mi ropa, me arranco la carne y muestro hasta mis huesos en llanto. Abro mi tapado de sangre sin saber de mi fragilidad, como si no conociese las risas, como si hubiese abrazo eterno. 





ab-12





hoy me asexúo




Hoy me asexúo. Soy mujer sin ser. Mi hueco, mi vacío, mi refugio con bálsamos de flujo y sangre se llena con mi carne. Completo mi falta, dejo ese sexo tan mío: lleno mi vagina de mí. Ahora siento mis límites precisos. Ya nada abraza y no hay nada que rebalse. Soy en la justa medida entereza asexual. No hay útero que vaciar, no hay fluídos: no hay semen más que sobre mis poros y entre mis dientes. Sólo carne, carne como en mis mejillas. 
Desaparecí mi ardor, mi sed. Acribillé a mi fiera, apagué mi motor vital. Descanso en pensar hoy, luna nueva.





en-12

no jadeaste





No jadeaste, no. No te oí. Tu cuerpo desnudo, el mío vestido y el suelo sucio de tantos cadáveres que han deambulado por ahí. Fue noche de espectadores de polvos húmedos, lenguas hinchadas, cuerpos sudorosos, niños órganos juguetones. Juro no los invité, sólo tal vez. Pero vos no gemiste: silencioso, cauteloso, sigiloso, precavido, ¡reprimido! Tu piel hermosa se hunde tus pelos femeninos tu sexo grueso tu lengua larga que arremolina. Hubiese dejado las calles ahogarse en sangre por permanecer.



ma-12



sábado, 14 de abril de 2012

no me cuido






No me cuido: que la piel
esté con la piel y la
enfermedad con mi enfermedad.
Que tu esperma infecte aún más
mi carne podrida, que mis
parásitos se expandan en la
inmundicia de mi sangre. Que
tu sexo de hongos y verrugas
contagie más virus a mis poros.
Ser yo hongo, ser verruga,
turbio tumor. Tengo la
enfermedad en mis músculos y
en mi pensar,


debo huir con mi orina.






fe-12







(te desnudé





(Te desnudé y abrí mis piernas para morir con tu penetración. Para sentir tu cuerpo, tus movimientos y tus jadeos, para verte rebosar: Vos en la exuberancia de la vida. Por quererte tanto fui cadáver).





fe-11




mis muslos




mis muslos. 
soy pollo por deshuesar 
no te dejo sólo mirar, 
tocar, intervenir-me. 
quiero ser aguas 
olvidar mi forma










duelen mis




Duelen mis labios sangrantes de tanto chorrear. Duele la sangre al pasar. Me retuerzo y es por vos: lo sé. Es mi vientre el que gime. Mi vientre, mi vida:
¡Despertáte!






di-11





la sangre










La sangre que huye me 
recuerda que soy 
MUJER









fe-12







el vacío





El vacío se expande, llega a lo más intrínseco en mi. Lo siento por todos lados: sola. Me quiero comer el mundo por la concha, quiero que el mundo entero entre por mi entrepierna para devorarlo desaforadamente. Chuparlo y masticarlo, dejarlo insulso y succionar todo su color. Quiero que por ese agujero carnoso y sin fin pase lo completo. Quiero acabarlo, quiero terminar con el mundo, que su tinta corra por mis trompas vacías, por mis caminos desconocidos. Sólo quiero el mundo, el mundo sentido, el que es, vivo. Me abandono así, con los labios hermosamente abiertos y receptivos: ¡Que el mundo me quiebre! Y se degrade en mi mar de saliva caliente.




di-10






¿ves?



¿Ves? 

¿Ves como se agota, como se vacía? 
Solo queda piel, escamas blandas y escurridizas. Ya no hay sangre y tu semen agrio está en mi boca. 

Succioné la vida, tu florecer.









en-12







hongos crecen






Hongos crecen de mi sangre fértil: 
de ella, Vos.

















di-11

quisiera entrar




Quisiera entrar a mi sexo. Desatar mis nudos: ser yo quien abra mis labios, yo quien se adentre en mis túneles de carne mojada. Quisiera indagar en esa mi oscuridad, saborear mi abrazo y sentir mis músculos trenzados ahogarme hasta vomitar blanco. 

+

Pero temo lo que 
he de encontrar: 


Tal vez el falo hinchado de la necesidad y la sangre se esconda entre mis pliegues.






en-12




saboreá mi



Saboreá mi sexo, llevá tu boca a mis labios. Que tu lengua áspera serpentee por mis laberintos y limpie mi útero de tanto dolor. Que tu lengua carnosa e infinita se arrastre por todos mis secretos y los acaricie con sus papilas.

Limpiame como lo hacen los gatos, te lo ruego.




fe-12






soy ausencia



Soy ausencia. Silencio ¡SOY
MAREA! Por entre mis labios
libero flujo y sangre: Sangro.
Sangro por ser invisible, sangro
cuando no soy. Mi sangre es
espesa como lo quieto, ella es
mi dolor tácito. Ahora hierve
como mi intensidad. Mi sangre
fluye, ahuecada y sola, entre
los pliegues de mi carne. Mía.
Carne sedienta, carne
agonizante: mi carne en llanto.
Y con esa sangre SOY; de su
aroma me alimento. Ella huele a
eso: a pérdida, a metal. Huele a
sufrir, a mi abandono, a este
vacío húmedo.




di-11 











soy yegua



Soy 
YEGUA desbocada 
con genitales de 
ORO











ma-12








me revuelco

















Me revuelco conmigo misma, soy carne rebosante. Pliegues de piel jadeante, sudor de mis míes. Desesperada y ahogada en mi múltiple respiración, soy además fálica: soy ella con pija. Mi semen me inunda, inmundas miradas propias. Es mi orgía del singular, la orgía de mis seres: uno. Soy nudo de piel y huesos tibios. Soy sed endogámica, luna antropofágica. Mis manos se aferran a mí, mis salivas recorren mi cuerpo; mi sexo entra en mi otro sexo y acabo simultáneas veces. Me fundo conmigo, me apelmazo, me pierdo en mí misma. Desaparezco entre mis pelos, me sumerjo en mi refugio. Gimo de múltiples maneras, soy infinito en ardor: hambre de mí. Desiertos de piel mojada hechos átomo, convergencia sexual; orgíamía.






en-12






mis piernas




Mis piernas se abren y mis labios se muestran suplicantes. Piden, claman invasión.

¡Irrumpan! 
Me mojo, me mojo; mis pelos se humedecen: necesito. Mi aroma se libera entre los surcos de mi carne caliente. Estoy desnuda y anhelante.

¡Que irrumpan dije! 
Y mi sangre sóla, mi sangre sóla hincha mis órganos: mis labios se ensanchan, mi carne se pone tiesa. Quiero sangre, mi carne pide sangre.

¡IRRUMPÍ! 
Mi voz implora, mis piernas abiertas, mi concha que llora humedad en desconsuelo. Te pido: 



¡IRRUMPÍME!










di-11

ayer fui



Ayer fui sirena. Nadé; mi cuerpo ondeaba entre vacíos hermosos. Mis escamas eran frías e iridiscentes y me acariciaban la piel. Fui mitad pez: cola de pez en aire oscuro. Y sin mi hermoso sexo mi orgasmo era el movimiento.


Pensé tus aguas.














di-11











tierra, tierra





Tierra, tierra, tierra coagulada. Tierra espesa. Tierra en sangre. Vientre fértil: eras. Se retuerce, se exprime, se contrae y grita. Un grito áspero y agonizante se desnuda ante mí. De entre mis piernas escapa la tierra, me vacío. Tierra, tierra que era fértil. Era. Ya no hay en mí fertilidad alguna: soy terreno abandonado; desnutrido. Mi sangre sabe agria. La tierra ya cubre mis pies.
Me agacho, llevo mis manos al suelo y acaricio. Acaricio con un cariño desgarrador lo que había sido mío. Lo que es.


Voy a llenar mis manos de esa tierra,
cerrar mis puños con dolor;
mis uñas van a hundirse en mi mugre
¡Rebosante!
mis ojos a ahogarse en sangre.
Salivas tibias y abundantes: Quiero esa tierra en mi boca,
¡quiero mis dientes sucios!


di-11


















bienvenido a



Bienvenido a mis estepas: ésta es mi sequía. La escondo entre mis piernas, abrilas -te dejo-. Soy tierras patagónicas; estoy opaca y amenazante. Soy rastrera y sí, lastimo. Abrime las piernas, atrevéte a entrar. Si tu deseo se enceguece con mi profundidad, si tu bestia es insensata y tu carne hinchada de sangre te arrastra a mis vientos fríos y violentos, pues cuidado que mi aridez te va a irritar el sexo. Y tu sangre oscura va a irrigar mis tierras inhóspitas.


en-12















mis manos




Mis manos suelen recorrer tu piel; sienten tus escamas. Turquesas las veo. Hay escamas detrás de tus orejas, rodeando tu ombligo, debajo de tus pezones. Hay escamas sellando tu boca. Tu boca que no me besa, pero es hermosa: es turquesa. Tus escamas aunque muro son bonitas -pienso-. Tal vez por alejarte, tal vez por alejarme a mí. Ellas me hacen desear, esa, tu boca, una vez más. Siento que no llego. No te alcanzo, no me oís. Te grito y allá vos. A veces lloro, no solés darte cuenta. Tu carne está lejos y la mía se abalanza. Rebosa, se entrega, me pierdo, se desnuda, cruda; se despliega cual pavo. Decime escamas, decime quién soy. Te las acaricio: son tus parches ahí sobre tu carne débil. Son tu soldadura, tus anhelos.


di-11




o quizás




O quizás sí quiera sentir tu cabeza apoyada sobre mi vientre bajo. Que mis manos acaricien tus ojos cansados después de nuestras miradas desnudas, que mi respiración te mueva y tu saliva me moje al escapar de tus labios delgados. Que tus manos descansen en mis pechos suaves y tibios. Estar uno encima del otro, ¿te enseño? Y descansarnos. Tal vez deseo nuestros sexos fundidos en el calor de los fluídos. Que tu carne esté abrazada por la mía, que tu esperma me recorra una vez más; que el sudor borre las asperezas y ver tu instante más frágil y más fértil.




en-12



esta mañana




Esta mañana te vomité. Ya sentía que estabas por salir: mi cuerpo se retorcía de dolor y quería ser feto. Caminé por el suelo frío de mi habitación y cuando mis pies sintieron la tierra seca vos ya estabas en mi garganta. Levé mis rodillas al suelo, reduje mi ego, y mis manos se aferraron a las grietas. Mis ojos comenzaron a lagrimear mientras mi boca abierta vibraba con cada contracción doliente. Ya no te quería, no más: eras náuseas. El rechazo reinaba en mi carne. Tus manos abrieron mi garganta dilatando el dolor; se aferraron a mis labios para salir. Lo primero que vi fueron tus uñas sucias de bilis: salieron por mi boca buscando qué rasgar. Le siguieron tus manos grandes pero finas y tus brazos, esos que solían abrazarme. Y después vinieron tus ojos grandes de sorpresa y tu saliva abundante, tu cuerpo lánguido, tu sexo tuyo, tus huesos blandos y tu piel delgada. Fuiste breve, un vómito breve pero que hirió como si de un órgano me estuviese despidiendo. Y cuando ya no estabas en mí, y te vi arrastrarte por el suelo cubierto de bilis, entendí. Fuiste indigerible, intervenido por la práctica de un aborto bucal vomitivo; fuiste tan sólo un intruso entre mis órganos.







en-12















sí, soy



Sí, soy una puta. Me encanta abrir las piernas, llenarme de esperma, rebosar. Tu esperma, su esperma: lo mismo da. Con un falo entre mi carne, con lo tieso y pletórico dentro de mi cuerpo, soy puta. Por pensarme cogiendo, por soñarme haciéndolo, por hacerlo, desearlo y buscarlo. Soy insaciable. Soy puta por darme al placer sin ruego, porque me ofrezco, me desnudo a la multitud. Regalo mi cuerpo, entrego mi piel al éxtasis; me domina mi orgasmo. Puta porque bajo mi vientre mi sexo ruge y yo no puedo más que alimentarlo: Jamás defendí el hambre. Mi carne quiere jugo y una pija se lo da. ¿Qué habrá con eso?




en-12






te lamo



Te lamo los pies con dulzura vos cerras los ojos y me sonreís y ahí te muerdo te arranco los dedos con mis dientes te veo agonizar y me deleito con tu sangre y tus pedazos de carne suelta e inerte carne inservible sin vida y el horror en tu boca y tus gritos agudos y ahuecados que se funden con mi risa monstruosa, qué regocijo oscuro.





fe-12








tu pija




Tu pija es un pez que se adentra en las
profundidades de mi sangre turbia; pez
inquieto. Nada por entre mis piernas,
colea por senderos de fertilidad, se
enrieda con mi carne caliente y húmeda:
de ella se alimenta. Mi cuerpo es hambre,
tu pez devora. Mis paredes lo ahogan, lo
estrujan, lo quieren ver sangrar. Quiero
el vómito de sangre blancuzca y pegajosa,
de sangre densa y viscosa. Quiero
llenarme del vómito de sí. Quiero el
desfallecer desabrido de tu pez.




en-12