Bienvenido a mis estepas: ésta es mi sequía. La escondo entre mis piernas, abrilas -te dejo-. Soy tierras patagónicas; estoy opaca y amenazante. Soy rastrera y sí, lastimo. Abrime las piernas, atrevéte a entrar. Si tu deseo se enceguece con mi profundidad, si tu bestia es insensata y tu carne hinchada de sangre te arrastra a mis vientos fríos y violentos, pues cuidado que mi aridez te va a irritar el sexo. Y tu sangre oscura va a irrigar mis tierras inhóspitas.
en-12
No hay comentarios:
Publicar un comentario