sábado, 14 de abril de 2012

o quizás




O quizás sí quiera sentir tu cabeza apoyada sobre mi vientre bajo. Que mis manos acaricien tus ojos cansados después de nuestras miradas desnudas, que mi respiración te mueva y tu saliva me moje al escapar de tus labios delgados. Que tus manos descansen en mis pechos suaves y tibios. Estar uno encima del otro, ¿te enseño? Y descansarnos. Tal vez deseo nuestros sexos fundidos en el calor de los fluídos. Que tu carne esté abrazada por la mía, que tu esperma me recorra una vez más; que el sudor borre las asperezas y ver tu instante más frágil y más fértil.




en-12



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