Me gustaría saber desvestirme lento: ir dejando mis prendas una sobre la otra despacio mientras mi tímida piel se hace a la idea de mostrarse. Abrirme suave, sutil. No lo logro; tiro mi ropa, me arranco la carne y muestro hasta mis huesos en llanto. Abro mi tapado de sangre sin saber de mi fragilidad, como si no conociese las risas, como si hubiese abrazo eterno.
ab-12
No hay comentarios:
Publicar un comentario